Por: Christian Rossell Cuando tenía 15 años vivía en Cobán, una ciudad conservadora, militarizada y en crecimiento, en una familia de clase media con mis padres y hermanos. Estudiaba en un colegio privado también conservador y católico. Y de mis 30 compañeros, yo era quien se caracterizaba por ser tímido e introvertido pero buen estudiante....
Salir del clóset es un acto de valentía. Pedir derechos básicos como que no te expulsen de un trabajo o que no te den una golpiza con impunidad simplemente por no ser heterosexual, es ya una gran hazaña en un país que cree que no merecemos nada por el simple hecho de ser distintos.