En el marco del mes del orgullo hemos trabajado distintas actividades que buscan, desde varias perspectivas, hacernos reflexionar sobre qué es ser LGBTIQ en Guatemala. Entre estas conversaciones encontramos importante tener un espacio para hablar de nuestra historia.
Nuestro conversatorio, Raíces: Historia de los movimientos LGTIQ en Guatemala, planteó un espacio para presentar un primer corte del documental sobre la historia del movimiento en Guatemala y generar un espacio de discusión y puesta en común en el que un panel de expertos pudo comentar sobre su historia vivida y experiencias.
En su introducción a la conversación, Andrés Gabriel comentó sobre las realidades que individualmente experimentamos como personas LGBTIQ, y el acceso que tenemos a la historia de nuestra propia comunidad.
Una de las mayores desventajas que tenemos como población LGBTIQ es que nuestra historia carece de mecanismos adecuados para llegar a las personas que más la necesitan. A diferencia de otras poblaciones excluidas como los pueblos indígenas, los pueblos afrodescendientes, o las minorías religiosas como el pueblo judío, cuyas generaciones jóvenes aprenden sobre su historia de la boca de sus ancestros y logran apreciar y preservar la riqueza de su identidad gracias a ello, las personas LGBTIQ crecemos creyendo que estamos labrando nuestro camino en absoluta soledad, cuando en realidad caminamos por el mundo sobre los hombros de gigantes que con su lucha y su sacrificio han allanado el terreno para nosotros.
Andrés Gabriel en su monólogo introductorio.
Al iniciar la conversación Alejandra Gutiérrez, moderadora del espacio, remarcó la importancia de generar documentos audiovisuales que reflejan nuestra historia y ponen al frente a quienes han cambiado la historia. « Me parece un gran aporte esta iniciativa y este interés por dejar este registro audiovisual», recalcó durante su intervención.

Tatiana Paz Lemus resaltó que desde una perspectiva académica existe un gran valor en el documental para visibilizar las historias que quedan invisibilizadas en un país « tan convulso » como Guatemala y permite reflejar las vivencias de los actores del espacio LGBTIQ de Guatemala. Esta historia, comentó, nos permite conmemorar la vida de personas parteaguas y que cambiaron las realidades que vivimos.
El documental presentado busca reflejar la historia del movimiento desde las vivencias de las personas que llevaron los movimientos y trabajaron en distintos puntos relevantes e históricos para el movimiento LGBTIQ. Colocando al frente a los actores y actoras, y permitiéndoles contar su historia esperamos que el documento pueda ser una oportunidad para reflejar cómo vemos nuestro pasado desde este momento en nuestra historia.
De estos actores históricos en el video contamos con interlocutores en el panel quienes también han sido y son parte de la historia de las personas LGBTIQ en Guatemala.

Sandra Morán reconoció la importante labor de Claudia Acevedo, quien es parte de los personajes del video documental, como una pieza fundamental para los movimientos de mujeres lesbianas en Guatemala. Durante su intervención resaltó la importancia de la presencia del movimiento de las personas LGBTIQ en los espacios políticos y de incidencia, « El movimiento o las personas hemos estado luchando por el cambio de país, no solo de nuestra vida».
Dentro de estos movimientos también se encuentra la importancia del papel que la epidemia del VIH tuvo en la visibilidad de la comunidad. César Galindo, actual director de CAS, recordó cómo la homofobia y los prejuicios trajeron grandes conflictos para las organizaciones de la diversidad que estaban prestando atención a las personas expuestas y en riesgo de exposición al VIH. La realidad es que el VIH aún es parte de nuestro presente como comunidad y existen retos que aún debemos superar.

Aldo Dávila recordó como en los cursos de sensibilización del VIH encontró un espacio para ser él mismo y desde ahí construyó comunidad, así como el papel que la organización tuvo para su mamá. En su intervención destacó que las personas en el video, y las presentes en el panel « estamos en el privilegio, y la mayoría de nuestros pares no lo están», resaltando la realidad de todas las personas que trabajaron por nuestro presente pero que no pudieron estar hoy para contarlo.

Durante el panel tuvimos una corona, un símbolo para recordar a las personas que no nos pueden acompañar físicamente en el presente, pero quienes construyeron las bases de nuestro movimiento. Debemos recordar, para construirnos y agradecer, como dice la consigna feminista: porque fueron somos. Porque somos serán.

